Máximo Thomsen rompió el silencio y lloró ante el tribunal: pidió disculpas y dijo que no tenía intenciones de matar
El más complicado de los ocho acusados del crimen ocurrido en Villa Gesell, pidió declarar en el juicio por el caso, y dijo que “jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien”.
“Quiero pedir disculpas”, dijo Máximo Thomsen, el acusado más complicado en el juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa, al solicitar dar una declaración ante el tribunal que lo juzga junto a sus siete amigos por el crimen, cometido en Villa Gesell en el verano de 2020.
“Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien”, sostuvo Thomsen ante el tribunal. “Jamás en la vida escuché muchas cosas sobre mí como desde hace varios días, años”.
Y continuó: “Hablaban con tanto odio a mi persona que me hacía doler muchísimo porque yo jamás tuve esa intención. Quiero pedir disculpas, porque es algo que no hubiese buscado nunca. Me lastima saber que estuve en ese lugar, pero jamás tuve esa intención”.
A continuación, Thomsen relató su versión de esa noche. “A uno de los chicos le gustaba el artista que tocaba en Le Brique, por eso fuimos”, dijo el acusado, quien declaró además que ese 18 de enero de 2020, “cuando se hizo de noche ya estábamos medio mamados”.
“Yo fui el primero que entré y fuimos directo a la barra a cambiar la consumisión que venía con la entrada”, recordó. “Llegamos a la barra y cuando llegamos nos quedamos ahí. Estaba ahí tomando con uno de los chicos y estábamos conociendo a una chica, que estábamos organizando para hacer una previa con ella al día siguiente”.
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“Había tanta gente que se te volcaba el vaso. Me puse contra la barra y cubría a mi amigo y la chica”, dijo. “De repente escucho que alguien me dice basta de empujar, y alguien me responde estamos todos en la misma, no nos podemos mover. Yo digo que no pasa nada y cuando termino de decir eso, un amigo me toca la espalda y le veo que tenía un chichón”.
De repente un seguridad lo estaba levantando, y le pido que lo deje, y el seguridad me dice que también me vaya. Yo me pongo a preguntar por qué me sacan si no hice nada”, agregó y continuó su relato: “Fui por el pasillo y sentí que me pegaron dos piñas en las costillas”, indicó.
Continuó en su declaración: “Un amigo me empezó a decir que me quedara quieto porque estaba bordó. Ya afuera, fui a donde estaban sentados los chicos y mientras voy caminando, miro para la derecha y veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida”.
“Cuando veo eso dije ‘se van a pelear’ y apenas me meto para sacarlo, me pegan una piña en la cara. Así que reaccioné pegando patadas, pero jamás en la vida lo hice con la intención de matar a alguien”, señaló.
“Dicen que yo organicé, que soy el líder, y yo me metí a pelear porque era una persona contra muchos”, confesó.
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Juan Pedro Guarino, el rugbier que inicialmente era parte del grupo imputado por la muerte de Fernando y luego fue desvinculado y sobreseído, aseguró que no vio los golpes que sus amigos le dieron al joven, pero sí a Máximo Thomsen al lado “de un chico” quien resultó ser la víctima, pero aclaró que se enteró al día siguiente.
“No lo podía creer” dijo, ante lo cual el abogado querellante Fernando Burlando le preguntó por qué: “Habíamos ido de vacaciones a pasarla bien, ellos ya se habían peleado anteriores veces, yo había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar, yo me iba a volver de las vacaciones. Por eso digo que no lo podía creer”.
“Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor”, acotó Guarino, quien dijo que entró a Le Brique, que el boliche estaba “muy lleno” y que vio, en un momento, a Thomsen y Matías Benicelli, dos de los acusados, pelear con un chico, y que cuando él se acercó, la seguridad del lugar sacó a sus amigos. Ante ello, él decidió salir por su cuenta para no quedarse solo.
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Según relató, al salir del boliche, vio a Luciano Pertossi peleando con otro chico y que luego escuchó “gritos” y que ellos se levantaron y se fueron. “Imaginé que iban a pelearse de vuelta y, por lo que yo miro, veo a Thomsen y a un chico tirado en el piso que después me enteró quien era”, expresó.
La perito María Eugenia Cariac confirmó en su declaración frente al Tribunal que la huella en la cara de Fernando fue realizada con la zapatilla que utilizó Thomsen aquella madrugada. “La zapatilla de marca Cyclone que tenía un diseño ‘zigzag’”, destacó la perito que, durante su testimonio, mostró varias imágenes de la víctima en las que se veían los rastros del calzado, sobre todo en el maxilar inferior, en la región izquierda y la región lateral izquierda del cuello.
Desde un comienzo dicha zapatilla fue protagonista de diversos escenarios. El primero porque fue el calzado con el que Thomsen, se confirmó durante el juicio, acusó a Pablo Ventura como dueño de la misma.
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Por otra parte, Mariano Vivas, policía de Villa Gesell que estuvo en el allanamiento durante el cual fue detenido junto a sus amigos, confirmó frente al Tribunal que “Thomsen fue quién dijo que la zapatilla con sangre era de Pablo Ventura”.
Aunque por declaraciones de Ventura y suposiciones, se creía que quién había entregado al joven había sido Lucas Pertossi, con el testimonio de Mariano Vivas se confirmó que fue Thomsen, el acusado más complicado que tiene la causa.
Christian Gómez, personal de seguridad del boliche Le Brique, aseguró que Thomsen tenía “cara de enajenado y de loco” cuando lo cruzó, luego de una pelea que el rugbier tuvo con la víctima.
“Cuando me estoy acercando a la puerta de la cocina, es Thomsen” el que tiene “pupilas dilatadas y puede ser al mismo alcohol que toman adentro, estaba totalmente sacado”.
Gómez coincidió en la descripción con el jefe de seguridad del boliche, Alejandro Muñoz, quien dijo que Thomsen estaba “muy agresivo”.
Tal fue así que necesitó de dos personas de seguridad para echarlo del boliche, pese a que ellos eran de gran porte.
Thomsen también fue señalado como uno de los atacantes de Fernando tanto por Lucas Filardi, como por Juan Bezzuso y por Lucas Bebide. El primero de ellos lo recordó como aquel que le dio una “pata en el pecho” a Fernando Báez Sosa y el último de esos tres chicos que lo hizo con “su pierna derecha”.
Los tres amigos de Fernando fueron claros en que hubo varios agresores pero a quien cada uno de ellos señaló e identificó en sus respectivos testimonios, es a Thomsen. Incluso, ante preguntas de la fiscalía de Juan Manuel Dávila, dijeron que lo habían identificado en la rueda de reconocimiento cuando fueron detenidos todos en 2020.
Por ahora, todos los rugbiers tienen la misma acusación en su contra pero a la hora de concretar quién o quienes agredieron a Báez Sosa, la mayoría de los testimonios escuchados apuntan a Thomsen.