Comerciantes locales en alerta por la presencia constante de “mecheras” en los locales
Estas ladronas crean situaciones ficticias que usan como “cortina de humo” que les permiten salir del lugar de los hechos impunes, con el botín escondido entre sus prendas.
A diario, los comercios del centro de la Capital de Santiago del Estero sufren el ataque de mujeres “mecheras” que, fingiendo ser clientas, roban mercadería sin reparar en rubros.
Las “mecheras” son responsables de grandes pérdidas para pequeños y grandes comercios. Los robos en tiendas y supermercados pueden parecer insignificantes a simple vista, pero lo cierto es que puede llegar a tener un gran impacto en la economía de los mismos. Cada mechera puede robar con facilidad hasta 10 o más prendas en un día.
Estas ladronas crean situaciones ficticias que usan como “cortina de humo” que les permiten salir del lugar de los hechos impunes, con el botín escondido entre sus prendas.
Con el paso de los años, y al ver que la mayoría de las veces no eran descubiertas, esta modalidad delictiva se fue incrementando tanto en número como en el modus operandi.
Expertos en seguridad revelaron que organizar el local para evitar los robos es fundamental: aspectos del diseño y la infraestructura del negocio pueden favorecer a los delitos. Entre ellos destacan la existencia de múltiples puntos de entrada al local, lo que dificulta el control de accesos, la excesiva altura y colocación de los exhibidores.
Las estanterías también impiden la visibilidad natural por parte de los empleados. Una de las maneras para tratar de evitar ser víctimas de esas personas, es brindar formación a los empleados: aparte de tener el espacio vigilado, es recomendable que los trabajadores tengan conocimiento de cómo prevenir y saber cómo actuar en caso de hurto.
Prestar atención a los puntos más indefensos y artículos atractivos: en cuanto a los puntos indefensos nos referimos a los sitios como son los probadores o incluso, las salidas de emergencia. Ya que son los más comunes a través de los cuales el ladrón puede escaparse con los artículos.
En la medida que sea posible es importante contar con sistemas de seguridad electrónica: alarmas y cámaras de videovigilancia.
Si bien la edad promedio de las “mecheras”, según las estadistas parten de los 25 a los 40, el rango puede variar. Y, si bien el término está ligado popularmente a las mujeres, también los varones incursionan en este rubro
Celia María de los Ángeles Purulla es, por ahora, la única “mechera” condenada por la Justicia. Según los registros la mujer, de 47 años oriunda de La Banda, fue autora de más de 62 hechos ilícitos en el centro de esa ciudad.