Tensión y violencia en La Matanza: atacaron a trompadas y pedradas a Sergio Berni
El ministro de Seguridad bonaerense fue golpeado por los compañeros del colectivero asesinado. “Mentiroso, reunciá”, le gritaron los choferes de la línea 620.
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, llegó en helicóptero a la protesta de los choferes de colectivo en General Paz y fue atacado por los compañeros de Daniel Barrientos, el colectivero de 65 años que fue asesinado esta madrugada en La Matanza.
El funcionario llegó pasadas las 11.30 al cruce de la General Paz y la Ruta 3 y una vez que se acercó a la protesta, fue atacado por los choferes que lo insultaron, le arrojaron proyectiles e incluso lo sorprendieron con golpes de puño. Unos minutos después lo redujeron y lo pusieron contra un paredón.
“Mentiroso, renunciá”, fueron algunos de los insultos que le dijeron los distintos compañeros de Barrientos. Cerca de las 12 del mediodía, el ministro de Seguridad bonaerense trató de retirarse junto con el ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires, Jorge D´Onofrío.
Luego, el funcionario habló durante unos pocos minutos mientras los choferes lo abucheaban y le arrojaban botellas: “Entiendo perfectamente el problema que están pasando. No hay nadie que esté poniendo la cara. ¿Cómo no voy a entender la bronca de los colectiveros? Pero por eso estoy acá. No me voy a ir hasta que pueda hablar con ellos y encontrar una solución. Vamos a seguir trabajando, no hay soluciones mágicas. Yo no me escondo”, señaló.
“Nos mentís. Decinos adelante de todas las cámaras lo que está pasando”, respondió uno de los colectiveros que trataba de entablar un diálogo con el funcionario. Mientras, efectivos de infantería esperan a unas pocas cuadras para evacuar a Berni. Minutos después, los manifestantes le arrojaron tomates y botellas al ministro bonaerense.
En simultáneo, seis ambulancias del SAME arribaron a General Paz para asistirlo. “No me voy a ir hasta que pueda hablar con ustedes. Yo no me voy a esconder”, respondió en medio de las constantes agresiones que recibía.