Sigue el escándalo de los “Polichorros” que vendían las motos secuestradas
La Fiscalía indagó a los dos efectivos de la fuerza que se encuentran detenidos. Uno de los civiles presos confesó cómo era la maniobra y se “despegó”.
Con el correr de las horas, la investigación por el robo, venta y “coima” con las cientos de motos secuestradas desde la División Seguridad Vial abre nuevas aristas y, al parecer, el escándalo es aún mayor al que se conoce ya que habría varios funcionarios de la fuerza policial involucrados.
La causa, que por estas horas se encuentra bajo secreto de sumario, estaría siendo minuciosamente investigada por la Unidad Fiscal de La Banda, representada por el Dr. Hugo Herrera, quien solicitaría nuevas medidas en las próximas horas.
Según fuentes cercanas a la investigación —llevada a cabo por la División Robo y Hurto Banda— la causa tiene cientos de testigos directos (que serían las víctimas del accionar de los uniformados) e indirectos: quienes tenían conocimiento de las maniobras.
Durante las averiguaciones se supo que varios de los testimonios recolectados fueron coincidentes en la maniobra utilizada por los —hasta ahora— cuatro detenidos que, aparentemente, tenían un rol definido en la “organización”. Fuentes confiables revelaron que durante la jornada de ayer, el oficial Pablo Gonzalo Pineda y su colega la cabo Vanesa Verónica Elías fueron trasladados en horas de la mañana al Centro Judicial Banda, para ser indagados. Allí, mientras se encontraban acompañados de sus respectivos abogados defensores, los “guardianes del orden” escucharon las imputaciones y las evidencias que hay en su contra, hasta el momento.
Más tarde, por recomendación de sus defensas técnicas, los dos funcionarios policiales decidieron acudir a su derecho constitucional y se negaron a declarar.
Una posición contraria tomó otro de los detenidos —un joven de apellido Orellana— quien sí accedió a responder las preguntas del fiscal y si bien no se conocieron detalles de su declaración se supo que habría contado cuál era su participación.
El acusado habría expresado que su función era la de “llevar gente” hasta el predio de Seguridad Vial y ser nexo entre tales personas y los policías acusados. Además habría aportados detalles importantes sobre “cómo se movían”.
Cabe recordar que, además de Orellana, el oficial Pineda y la cabo Elías, también está detenido un sujeto apodado “Guenguen” Elías, primo de la mujer. Este última también se negó a declarar. La Fiscalía continúa con las averiguaciones, el análisis de cámaras de seguridad y de la documentación secuestrada.
Otra media docena de policías en la mira de la Justicia
Si bien hasta el momento no se conoció con certeza el número de efectivos de la fuerza policial involucrados se supo que habría más de media docena de “uniformados” siendo investigados.
Se pudo saber que se trataría en su mayoría de funcionarios que habrían prestado servicios en la mencionada dependencia y que actualmente estarían cumpliendo tareas en distintas comisarías de Banda y Capital.
Al parecer, los investigadores se basarían en los dichos de los testigos directos —es decir las víctimas— quienes habrían aportado nombre y apellido de los uniformados con quienes “trataron”, respectivamente, para recuperar sus rodados o adquirir algunos. La Justicia analiza, por estas horas, posibles detenciones y habría funcionarios de diferentes jerarquías.
El novio de la cabo se desligó del hecho y brindó su versión
Leandro Sequeira, un mecánico bandeño y novio de la cabo de la policía, contó su versión sobre los hechos y negó haber estado detenido.
El joven (23) reconoció que la policía allanó su vivienda en el barrio Villa Juana, donde tiene un taller mecánico y venta de repuestos, y que desde allí se llevaron diez motocicletas que serían de sus clientes.
“La policía me pedida la documentación de las motos y yo no las tenía. En ningún taller te piden los papeles de las motos para repararlas”, explicó al joven ante el pedido de los efectivos que querían que presente los papeles de los rodados que estaban en su propiedad.
“En ese momento (durante el allanamiento) yo llamé a mis clientes y todos se presentaron en la vereda de mi casa con los papeles pero igual la policía les secuestró sus motocicletas”, enfatizó.
Leandro explicó que también se llevaron una moto de su propiedad. “Mi abogado ya pidió que me devuelvan mi moto porque yo tengo todos los papeles en reglas no hay nada ilegal”.
El joven mecánico de motos contó que “Yo no sé que hacía ella en su trabajo y ella tampoco sabía del mío”.
Según contó Sequeira el día del hecho la policía le tomó declaración testimonial en su casa y en los próximos días será citado para ratificar sus dichos en sede judicial.