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Radiografía de la educación argentina: los datos clave de 2024

Solo el 45% de los estudiantes llega a sexto grado en el tiempo esperado y con los conocimientos suficientes en Lengua y Matemática, según el Índice de Resultados Escolares (IRE) de los estudiantes de primaria, basado en los resultados de las pruebas Aprender 2023. 

En secundaria, solo 22 de cada 100 chicos de 15 años transitan su escolaridad en tiempo y forma, según surge de las evaluaciones internacionales PISA. En este índice, Argentina se ubica detrás de países como Chile y Uruguay. Estos datos surgen de algunos de los 21 informes publicados este año por el Observatorio de Argentinos por la Educación, en coautoría con expertos en distintas materias, para relevar el estado de la educación argentina a partir de datos.

Otra cifra relevante es la referida al ausentismo estudiantil: 1 de cada 4 estudiantes reporta tener al menos 20 faltas por año en secundaria, según los cuestionarios de las pruebas Aprender.

Por otra parte, un análisis del financiamiento educativo, muestra que si bien en los últimos 40 años creció la inversión en educación, la meta del 6% obligatoria por ley solo se cumplió una vez y el incremento se destinó en mayor medida al nivel superior. Entre 1980 y 2022, el Estado aumentó el financiamiento educativo medido en términos reales y como porcentaje del PBI. La suba se distribuyó de manera desigual: fue mayor para la educación superior (universidades e institutos) que para las escuelas.

Los problemas de aprendizaje son más críticos en los sectores desfavorecidos, pero también afectan a los estudiantes de nivel socioeconómico alto. ? 3 de cada 10 alumnos de los sectores más favorecidos no alcanzan el nivel mínimo en Lectura, según las pruebas PISA 2022. Los estudiantes argentinos más ricos son los segundos más ricos de la región, y aún así, tienen peores resultados en las pruebas de Lectura que sus pares de Chile, Uruguay, Colombia, Perú y México.

Según estas mismas evaluaciones, solo 1 de cada 4 estudiantes argentinos de 15 años pudo resolver un ejercicio de regla de tres simple en Matemática. A nivel general, 7 de cada 10 alumnos argentinos no alcanzaron el nivel esperado. Los bajos resultados no pueden atribuirse a la falta de concordancia con los diseños curriculares locales: el 79,2% de los contenidos evaluados forma parte de los contenidos establecidos a nivel nacional.

Los bajos resultados en matemática se suman a las severas dificultades de comprensión lectora que evidencian los estudiantes: 1 de cada 2 chicos en 3er grado no entiende lo que lee. En 2023, Argentinos por la Educación y otras 200 ONG lanzaron la Campaña Nacional por la Alfabetización, en la que solicitaron a los gobiernos de la Nación y las provincias que generen políticas públicas para revertir la situación. Como parte de la Campaña, tanto las autoridades nacionales como 18 gobernadores firmaron el año pasado el Compromiso por la Alfabetización. Meses más tarde, y en cumplimiento de esos compromisos asumidos, los gobiernos anunciaron 24 planes de alfabetización jurisdiccionales y el Plan Nacional de Alfabetización para fortalecer la lectura y la escritura. 

En forma paralela a la Campaña, este año se construyó el Acuerdo por la Educación, un documento que nació de entrevistas y mesas de trabajo con más de 200 referentes educativos y dirigentes sociales, sindicales, políticos, religiosos y empresariales, así como de la revisión de literatura académica internacional y nacional, y de los casi 150 informes del Observatorio de Argentinos por la Educación. El Acuerdo por la Educación es un documento que consta de tres ejes y 10 prioridades. El primero se enfoca en las urgencias de cada nivel educativo. Allí se propone: 1) ampliar la cobertura con calidad en el nivel inicial, 2) priorizar la alfabetización inicial en el nivel primario y 3) acompañar las trayectorias en el nivel secundario y lograr terminalidad con calidad. El segundo eje se refiere a la gestión a escala del sistema, donde se propone: 4) fortalecer el gobierno de la educación, 5) lograr una inversión suficiente y de calidad, 6) producir más y mejor información y evaluación educativa, y 7) potenciar la formación, la carrera y el salario de los docentes. En el tercer eje, centrado en la transformación de las escuelas, se propone: 8) robustecer los tiempos, los espacios y las condiciones para el aprendizaje, 9) mejorar la gestión escolar, y 10) priorizar contenidos curriculares socialmente relevantes.