Caso Luciana Torres: la psicóloga Carolina Ruzo declaró que la joven era “depresiva, pero no suicida”
La profesional declaró ante la fiscal. Relató que le aconsejó pasar a un psiquiatra, pero Luciana descartó esa asistencia.
La psicóloga Ana Carolina Ruzo declaró ayer que durante las siete sesiones en que asistió a Luciana Torres. “No vi a una paciente en emergencia, sino en urgencia” y descartó que la joven modelo tuviera comportamientos o destello “de una persona suicida”, aunque aclaró que “sí se la veía depresiva”.
Más de una hora le demandó a la profesional ampliar su declaración de imputado, en cargos por presunta “omisión de auxilio”, atribuidos por la fiscal Celia Mussi, quien investiga el triste fin de Torres, hallada sin vida el 30 de diciembre del 2024 en su departamento de calle Mitre.
Asistida Ruzo por su abogado, Juan Ramón Jorge, el trámite incluyó la presencia de la jueza de Control y Garantías, Carolina Salas, por impulso de la propia Fiscalía.
De acuerdo con el proceso, Ruzo asistió por primera vez a Luciana el 14 de octubre del 2024. El primer turno fue el 18 en su consultorio de calle Catamarca. Se programaron 9 sesiones semanales de 11 a 11:30. De todas, la joven modelo suspendió las 2 últimas, según la investigación.
Ruzo declaró ayer que Luciana buscó sus servicios “porque quería cortar con Joaquín” (por Cesca). La perfiló como una paciente con recursos propios para controlar su vida. “Era una paciente en urgencia, no de emergencia”, precisó bien técnica.
Explicó que en psicología, “emergencia alude a un paciente que enfrenta una condición médica que representa un riesgo inminente para su vida”: es decir, en función de su salud en general. El cuadro requiere atención médica inmediata para evitar consecuencias graves, como la muerte o discapacidad permanente.
Para Ruzo, la situación de Torres era de “urgencia”. “Ella tenía recursos para sobrellevarse de ese cuadro”. Asimismo, la profesional ahondó: “La psicología no es una ciencia exacta, sino dinámica (…) “recuerdo haberle informado y aconsejado que necesitaba un psiquiatra”, reveló.
¿Por qué? “Solo un psiquiatra puede asistirla con medicamentos”, acotó. “Después (del 30 de diciembre) supe que la paciente recibía, ingería, medicamentos”, profundizó.
“Sin embargo”, precisó Ruzo, “Luciana no aceptó ser derivada a un psiquiatra. Me dijo que no lo necesitaba”… “En las siete sesiones, no he logrado la confianza plena de la paciente”, indicó la profesional, dejando entrever que quizá el tiempo de asistencia fue un tanto insuficiente.
Consultada si desde su formación advertía en Luciana a una paciente suicida, la psicóloga dijo que no, y habría sugerido que si lo hubiera advertido, por lógica, de inmediato lo hubiera informado a su grupo familiar. “Desde mi formación y conocimientos, no era suicida, sí un tanto depresiva”, resaltó insistentemente.
Al defender su tarea al servicio de la joven modelo, Ruzo señaló que no comprende el porqué de su imputación, ya que hizo y puso todo lo profesionalmente disponible para ayudarla. Y desde esa conclusión, no ocultó su perplejidad ante su misterioso fallecimiento.
Joaquín Cesca, con pericias psicológicas en proceso
En forma paralela, la Fiscalía también asistió ayer a Joaquín Cesca (ex pareja de Luciana) con pericias psicológicas, trámite del que también participó su abogado, Guillermo Ruiz Alvelda, en la sede del Departamento Reconocimiento Médico Policial.
Trascendió que la medida no concluyó y que ha sido reprogramada para el 25 de junio venidero. Vale recordar que Cesca también se encuentra imputado, pero por presunta “instigación al suicidio”, a más de cinco meses de haber sido descubierta sin vida la joven madre.
Cesca declaró que estuvo con Luciana el 29 de diciembre, en su departamento, es decir el día antes de su deceso, y que la joven después se retiró sola.