La suba del dólar impactará en los precios: aumentos en automóviles, alimentos y combustibles
Con un aumento del 14% en el dólar oficial en julio y una estimación de inflación entre el 1,6% y 2%, el Gobierno enfrenta el desafío de evitar que la suba de la divisa se traslade a los precios, mientras algunos sectores ya anuncian aumentos.
El mes de julio cerró con una subida del 14% en el dólar oficial, lo que marcó un cambio en la tendencia del tipo de cambio tras varios meses de estabilidad. En un contexto en el que las consultoras estimaban una inflación de entre 1,6% y 2%, este incremento de la divisa podría generar presiones sobre los precios de diversos sectores, algo que el Gobierno está intentando evitar.
Desde principios de julio, el dólar oficial rompió la barrera de los $1200 y se situó en valores cercanos a los $1275 y $1300. Sin embargo, la mayor suba ocurrió en los últimos días del mes, cuando la divisa superó los $1300 y llegó a cerrar el 31 de julio en $1380, un incremento diario de más del 4%.
Este aumento en el tipo de cambio ha generado preocupaciones, ya que el traslado de esa suba a precios podría ser inevitable, especialmente en sectores que dependen de importaciones y de la cotización del dólar para fijar sus precios.
El sector automotriz fue uno de los primeros en anunciar ajustes en los precios. Stellantis lidera las subas con un incremento del 5,5%, que llega hasta un 12% en los planes de ahorro. Ford también aplicó una suba de 3%, mientras que Toyota lo hizo en un 3,5%. Estos aumentos, superiores a las estimaciones de inflación para julio, que rondan el 2%, responden principalmente al ajuste del tipo de cambio, que experimentó una apreciación del 22% entre marzo y julio.
A pesar de los aumentos, desde las automotrices aseguran que no se trata de un ajuste inmediato por la suba del dólar, sino de un ajuste gradual. Las compañías explican que, aunque la producción sea nacional, gran parte de los componentes de los autos están dolarizados, lo que obliga a los fabricantes a ajustar los precios en función de la cotización de la divisa.
El aumento en el dólar también ha comenzado a reflejarse en otros sectores, como el de los productos alimenticios y las petroleras. Las empresas alimenticias ya han enviado nuevas listas de precios, con incrementos de hasta el 9%, aunque los supermercados aún rechazan estos ajustes. Por otro lado, las petroleras han señalado que los combustibles tienen un 15% de atraso en sus precios, lo que podría llevar a un ajuste próximamente, especialmente considerando la reciente subida del dólar.
El Ministerio de Economía ha estado monitoreando de cerca la situación y mantiene conversaciones con algunas compañías para evitar que estos aumentos se trasladen de manera masiva a los precios de los consumidores. Sin embargo, la preocupación persiste, ya que los aumentos del dólar enfrentan una difícil batalla contra la inflación.
El desembolso del FMI y la suba de encajes del Banco Central lograron frenar momentáneamente la escalada del dólar, pero las presiones sobre los precios siguen siendo un desafío constante para el Gobierno. La clave estará en evitar que la devaluación del peso se transforme en una espiral inflacionaria que agrave aún más el ya complicado panorama económico.