Javier Milei se jactó de ser “cruel” con los “empleados públicos” y los “’kukas’ inmundos”

Con el fin de recaudar fondos para financiar la campaña electoral de La Libertad Avanza con miras a las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre, el presidente Javier Milei encabezó el miércoles una cena en el Yacht Club de Puerto Madero. Desde el atril, y ante funcionarios, empresarios y militantes afines, el mandatario volvió a apuntar contra sus opositores y los trabajadores estatales, a quienes calificó como “parásitos mentales” y “ratas inmundas”.

“¡Sí, soy cruel. Soy cruel con los ‘kukas’ inmundos, con los gastadores, con los empleados públicos, con los estatistas y con los que les rompen el c… a los argentinos de bien!”, declaró con énfasis en su encendido discurso, que rápidamente se viralizó y desató polémica en redes sociales y medios de comunicación.

El mandatario sostuvo que sus políticas de recorte son “hiperpopulares” y defendió la motosierra como símbolo de austeridad. “Mientras las ratas inmundas quieren reventarnos el resultado fiscal, la gente ya entendió que ajustar al fisco es devolverles el dinero”, consideró.

En el programa “Comunistas”, emitido por Bravo TV y conducido por Juan di Natale, se analizó el tono del discurso presidencial. Entre los temas centrales se destacó el “uso discursivo de la crueldad” como marca política. “Se habló tanto de la era de la crueldad que él la toma y dice: ‘sí, efectivamente soy esto’”, reflexionó la diputada Romina Del Plá, invitada al piso. “Es cruel con los niños del Garrahan que padecen frío, con los habitantes de Bahía Blanca afectados por su veto, con los jubilados, con la educación pública, con las mujeres que sostienen comedores populares”, agregó la legisladora del Frente de Izquierda.

Para Del Plá, el mandatario realiza una operación discursiva diferente: “En lugar de culpar al otro, se apropia del argumento del enemigo y lo convierte en una bandera de campaña”, analizó.

El discurso se produjo apenas días después de que el Gobierno eliminara por decreto la jornada no laborable por el “Día del Trabajador del Estado”, una medida que multiplicó el malestar entre sindicatos y empleados públicos. Desde distintos sectores llegaron duras críticas. El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, apuntó directamente contra el Presidente: “Cruel con los empleados públicos, con médicos y enfermeros, con policías, maestras, científicos, bomberos, y personal de defensa civil”, enumeró en línea con el razonamiento del libertario.