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Una familia tipo necesitó en julio más de $84.000 por día para cubrir gastos esenciales

Una familia tipo necesitó más de $84.436 diarios para cubrir sus gastos esenciales. Son datos del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) en base a un relevamiento de precios realizado en julio para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Según este informe, un grupo familiar promedio de sectores medios necesitó $2.533.095,80 para afrontar sus gastos mensuales, lo que representó un incremento del 3,36% en comparación con junio. El dato está muy por encima del índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, que el mes pasado marcó una inflación de 1,9%. Por su parte, la medición realizada por el Gobierno de la Ciudad registró 2,5% de suba de precios.

El relevamiento de CESyAC detalla que del monto total, $696.287,49 se destinaron a la adquisición de productos de consumo masivo, mientras que $1.836.808,31 fueron necesarios para contratar servicios básicos para el hogar. Al relevar los gastos cotidianos $22.460 correspondieron a bienes de consumo masivo y $61.976 a servicios esenciales del hogar.

Fernando Barrera, director de CESyAC CABA, explicó que esta medición “abarca elementos clave como el alquiler de una vivienda, el mantenimiento de un vehículo, una prepaga de salud, la educación privada para dos hijos y el abono en un club”.

En esta medición las subas más importantes se detectaron en carnes con el 3,26%; productos de limpieza, 2,54% y colegios privados, 2,39%. Por otra parte, en telefonía móvil hubo un alza de 3,2%, en Internet y TV por cable de 4,3%, mientras que en alquileres se produjo una actualización trimestral con una suba del 5,89%.

En cuanto a los servicios públicos en el caso de gas por redes el incremento fue del 2%, en AYSA del 1%, en el subte de 3,43% y en el colectivos de 3,48%.

Según precisaron en el informe, “la suba del dólar registrada en el período comienza a trasladarse a precios, lo que anticipa una inflación mayor en los próximos meses, especialmente en bienes importados, combustibles y alimentos”.

Barrera destacó además que “la presión inflacionaria golpea con más fuerza a los jubilados y a quienes dependen de ingresos fijos. Si bien algunos ajustes previsionales acompañan la inflación, la velocidad de los aumentos —sobre todo en servicios esenciales como transporte, medicamentos y alimentos— reduce el poder adquisitivo real de este sector”.