Kicillof apuntó contra Caputo y el JP Morgan: “No sé si es un ministerio con funcionarios de un banco o un banco que tomó el ministerio”
En un encendido cierre de campaña en San Martín, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, centró su discurso en el corazón del poder económico de Javier Milei: el ministro Luis Caputo y su vínculo con el banco de inversión JP Morgan, cuyo CEO, Jamie Dimon, estará de visita en el país. “No sé para quién trabaja (Caputo). Si es el Ministerio de Economía que tiene funcionarios del JP Morgan o es el JP Morgan que tomó el Ministerio de Economía”, disparó Kicillof.
Ante la militancia de Fuerza Patria, el mandatario provincial redobló la apuesta y acusó al Gobierno de haber “convertido a la economía nacional en una mesa de dinero“. En un tono durísimo, sentenció: “La han convertido en un casino y con la nuestra, con la tuya, con la de todos, se están timbeando el país a la vista de todo el mundo“.
Axel Kicillof manifestó que el Gobierno “se está timbeando toda la plata del país”.
En su arremetida contra Caputo, Kicillof le recordó su paso por la gestión de Mauricio Macri. “Se dedicó a emitir deuda a 100 años, ya nos endeudó con el FMI y tuvo que salir corriendo del gobierno de Macri por los desaguisados y desastres que hizo”, lanzó. Y remató con una chicana: “Mirá que tenés que conseguir que te eche el FMI cuando estás endeudando un país”.
Pero Caputo no fue el único blanco. El gobernador también apuntó contra el jefe de Gabinete, Guillermo Francos:. “Cuando yo nací, (Francos) ya formaba parte del Estado; ha formado parte de todos los gobiernos, incluida la dictadura“, subrayó. Y cuestionó la contradicción presidencial: “Estuvo con Scioli, con Alberto. Milei decía que no se puede hacer algo distinto con los mismos de siempre y nos ponen a Francos“.
“Cuando Nací, Francos ya formaba parte del Estado”, señaló Kicillof.
La crítica se extendió hasta la política exterior y el reciente salvataje económico de Estados Unidos. Kicillof aseguró que el verdadero “jefe de campaña de Milei es Donald Trump” y citó al presidente norteamericano: “Trump dijo después que (el acuerdo) no es para beneficiar a la Argentina. A una periodista le dijo ‘Milei es mi amigo, pero no le hagan creer a nadie que está haciendo las cosas bien‘”.
Kicillof cerró su discurso con un tono épico, asegurando que la administración libertaria “recién empieza el despelote” y que le mintió a la gente copiando las frases de Macri sobre “brotes verdes” y la “luz al final del túnel”. “Es el mismo programa de la derecha empobrecedora”, concluyó, antes de pedirle a la militancia que el 26 de octubre le diga a Milei “el no más grande del mundo” y que “en la provincia no pasa la motosierra”.
El termómetro peronista: Massa en el escenario, La Cámpora ausente
El acto en San Martín, que sirvió para respaldar la lista de diputados encabezada por Jorge Taiana, funcionó también como un termómetro de la interna peronista. La foto del escenario fue significativa: Kicillof se mostró rodeado por Sergio Massa y Juan Grabois, dos figuras de peso que se sumaron al cierre, pero la ausencia que resonó fue la de Máximo Kirchner.
La falta del líder de La Cámpora, sumada a la de otras figuras de peso de esa agrupación como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, marca un claro distanciamiento del kirchnerismo duro con la estrategia provincial de Kicillof. El gobernador eligió mostrarse con Massa, su antiguo rival interno, consolidando así una alianza.
El gobernador de Buenos Aires señaló a JP Morgan por sus vínculos políticos en el país.
El gobernador, además, puntualizó sobre un dato concreto: tanto el ministro Caputo como el flamante canciller, Pablo Quirno (ex secretario de Finanzas), tienen un pasado laboral en el JP Morgan, el banco que hoy parece marcarle el ritmo a la economía nacional.
En su arenga final, Kicillof reivindicó la bandera ideológica que Milei busca eliminar. “Esta es una provincia que quiere más derechos, que quiere Estado presente y justicia social”, gritó. Y cerró desafiante, mientras la marcha peronista empezaba a sonar: “Será una mala palabra para ellos pero mejor todavía: sin justicia social no hay futuro, no hay desarrollo y no hay país”.
